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16 de enero
SAN MARCELO, PAPA Y MÁRTIR
El Año Litúrgico - Dom Próspero Gueranguer


SAN MARCELO, PAPA Y MÁRTIR - El Año Litúrgico - Dom Próspero Gueranguer

Gobernó San Marcelo la Iglesia en vísperas de los días en que iba a hacerse la paz. Unos meses más y caía Majencio, derribado por Constantino, y la cruz triunfadora brillaba en lo más alto del Labarum de las legiones. Quedaba ya poco tiempo para los mártires; pero Marcelo será uno de ellos, y merecerá ser asociado a Esteban, y llevar como él la palma junto a la cuna del divino Infante. Sabrá mantener firme la soberanía del supremo Pontificado frente al tirano, en medio de aquella Roma que ha de ver pronto traspasada su corte a Bizancio, para dar lugar a Cristo en la persona de su Vicario. Han transcurrido tres siglos desde el día en que el emperador Augusto ordenó el empadronamiento universal que condujo a María a Belén, donde dió a luz un humilde niño; hoy, el imperio de ese niño ha sobrepasado las fronteras del imperio -de los Césares, y su triunfo está ya próximo. Después de Marcelo vendrá Eusebio; después de Eusebio Melquíades, quién verá ya el fin de las persecuciones[1].

¡Oh Marcelo, tu triunfo fué como el del Niño de Belén, debido a tus humillaciones! Acuérdate de tu querida Iglesia; bendice a esa Roma que visita con tanto cariño el lugar de tus combates. Bendice a todos los fieles cristianos que en estos días solicitan les alcances la gracia de ser admitidos a formar parte de la corte del nuevo Rey. Pide para ellos la obediencia a tus ejemplos, la victoria sobre su orgullo, el amor de la cruz, y el valor para permanecer fieles en medio de toda clase de pruebas.

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SANTORAL DE ENERO

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[1] San Marcelo sucedió al Papa Marcelino (304) el 27 de mayo o el 26 de junio del 308. Construyó muchas iglesias y las proveyó de sacerdotes, con el fin de favorecer la instrucción y el bautismo de los paganos y la. vuelta de los apóstatas a la Iglesia. Sobre su muerte existen dos versiones: la del Libier Pontificalis, y la de la Passio Maroelli en que se Inspiran la Leyenda del breviario y los datos de don Guéranger, y también la inscripción que San Dámaso hizo grabar sobre su tumba. Algunos apóstatas que pretendían volver a entrar en el seno de la Iglesia sin someterse a las penitencias canónicas que con energía les exigía el Papa, provocaron contra él una revuelta en que corrió la sangre. Intervino la autoridad pública, que engañada por los rebeldes, desautorizó a San Marcelo y le condenó al destierro. Murió en el año 309 y es venerado como Mártir.